Cuando cae la noche y el cielo se oscurece, un círculo brillante aparece en lo alto… ¡es la luna!. La luna nos acompaña en nuestros sueños e ilumina suavemente la noche mientras los niños se acurrucan en sus camitas.
La luna puede tener muchas formas y colores, algunas noches está llena y otras veces casi ni la vemos. ¡Pero siempre vuelve a brillar!
Las mamás, papás y maestras cuando vamos a dormir, nos cantan nanas inspiradas en la luna y en el descanso.
«La lluna, la pruna vestida de dol, son pare la crida sa mare no vol.
La luna, la pruna de sol mariner, son pare la crida sa mare també»





Y, es por ello que en nuestra aula, dentro del proyecto de «Entre el juego y el fuego», hemos vivido una experiencia diferente, hemos pintado lunas con las técnicas de estampación con esponja.
También gracias a nuestras familias porque han creando unas lunas únicas. Cada una de ellas es especial y diferente, y están hechas con muchos cariño y creatividad. Unas lunas brillan más, otras son más suaves, otras más rugosas, unas pequeñitas y otras gigantes. ¡Pero todas son maravillosas y especiales!












Nuestro aula, se ha convertido en un espacio mágico y lleno de lunas colgantes, dónde todas brillan como una noche estrellada.
¡Nos encanta mirar nuestras lunas y recordar que, aunque cada una es distinta, todas iluminan nuestros días en la escuela de una forma muy especial!


Aula de 1 año.





